Desde el mes del marzo del año 2008 la Dirección de Salud Mental de la Provincia de Córdoba está implementando el Plan de Reforma del Sistema de Salud Mental. Para ello se ha tomado como principio guía y como visión garantizar el derecho de la población a la atención en salud mental, en el sistema público, en sus aspectos de prevención y asistencia. Es voluntad de la gestión rescatar fuertemente el derecho humano de los ciudadanos a la respuesta satisfactoria de en temáticas mentales por parte de los estados municipal, provincial y nacional. Se Trata además de abogar por iguales derechos en el ámbito de los prestadores privados. Para ello, hemos fijado como misión algunas acciones prioritarias. En primer lugar, avanzar con el reforzamiento del Sistema de Atención Primaria en Salud Mental, mediante el armado de una Red de Atención Primaria en el interior de la Provincia, en el marco del Pacto Sanitario que el Estado Provincial ha firmado con más de 400 Municipios y Comunas. Desde la Dirección de Salud Mental se está progresando en las tratativas con los representantes políticos y agentes de salud locales, para garantizar que las comunidades asuman las problemáticas psicosociales y los padecimientos mentales como integrantes de los procesos de salud y enfermedad. Se trata de organizar y garantizar un sistema integrado de salud, destinar recursos, tanto de los municipios como de la provincia, para detener la histórica tendencia a no brindar atención en salud mental y derivar pacientes “automáticamente” a los centros provinciales de mayor complejidad. Tratamos de impulsar una modalidad que considere que las personas con algún inconveniente psicosocial deben vivir, trabajar y ser atendidas en su lugar de origen, poniendo todos los dispositivos, convenios y acciones, al servicio de este principio, invirtiendo el sentido de la atención dentro de un modelo descentralizado que evite el desarraigo.
En cuanto a la Capital Provincial, se trata de robustecer todas las acciones de prevención primaria y secundaria de los Equipos de Atención Comunitaria, en el contexto de los lineamientos trazados. La propuesta de Reforma contempla, como eje importante, avanzar gradualmente en el proceso de desmanicomialización, desjudicialización, descentralización y desinstitucionalización, recomendado por los Organismos Internacionales de Salud, para el área de Salud Mental, como lineamientos estratégicos que devienen en acciones que propenden al establecimiento de un sistema integrado y respetuoso de la realidad biopsicosocial del paciente, su familia y la comunidad a la que pertenece.
Esta transformación requiere de acciones tendientes a revertir el histórico proceso de aislamiento, segregación, desarraigo, depositación, marginación, institucionalización y cronificación prolongada del paciente que padece trastornos mentales, lo cual implica claramente deterioros sistemáticos de las personas y prácticas violatorioas de los derechos humanos esenciales de los padecientes. El plan de ejecución incluye la necesidad de proceder a la externación de pacientes institucionalizados que pueden ser contenidos en el seno familiar, en sus comunidades de origen o en dispositivos alternativos de salud mental, que brinden una mejor contención desde el sistema de salud y una creciente rehabilitación psicosocial.
Este será el único modo de lograr una verdadera integración de recursos y una mejor accesibilidad de la población a servicios insertos en sus comunidades, articulados con las instituciones provinciales de segundo y tercer nivel.
Los objetivos planteados incluyen la necesidad de adecuar el rol de las instituciones y servicios actuales con el fin de consolidad perfiles institucionales y garantizar mecanismos de referencia y contrarreferencia acordes con el funcionamiento de un sistema integral e integrado. El plan contempla las acciones que podrán implementar los equipos de salud de atención primaria comunitarios (médicos, enfermeros, otros), vale decir, un primer nivel de atención como primera barrera necesaria en la comunidad para patologías básicas psicosociales que habitualmente reciben como demanda directa. Para ello se inició un proceso sistemático de capacitación, sensibilización y supervisión de equipos psiquiátricos hacia equipos generales de salud. La conexión necesaria con el segundo nivel, representado por los hospitales municipales y provinciales, con camas de internación para albergar internaciones locales en una modalidad de duración breve (3 a 5 días) que evite el desarraigo y la estigmatización que significa la internación en un hospital psiquiátrico, tal como indican los patrones sanitarios internacionales actuales. El tercer nivel, representado por la entidad monovalente psiquiátrica, debe, obligatoriamente, ser un último y reducido recurso cuando el caso lo requiera teniendo en cuenta siempre la internación BREVE que no debe sobrepasar los 10 días.
La externación de pacientes institucionalizados es sólo un paso en un proceso integral de tratamiento. No se trata de enviar al paciente a la casa, sin evaluar su situación y prever alternativas terapéuticas a la internación. Para ello se están poniendo en marcha nuevos dispositivos de atención, tales como las casas de medio camino y definiendo programas de atención local a las problemáticas prevalentes en salud mental (depresiones, alcoholismo, adicciones, psicosis, cuadros asociados a violencia familiar y otros). Asimismo, se están proyectando nuevas propuestas tales como la red de alternativas terapéuticas, la red provincial de hospitales de día y los programas para atención especializada e integrada de emergentes psicosociales, tales como: violencia familiar, adicciones en niños y patologías severas.
Un paso importante, en el proceso de desinstitucionalización, se ha lograda mediante el acuerdo del Gobierno Provincial con el Tribunal Superior de Justicia, por el que se establece que no habrá internaciones compulsivas ordenadas desde el estamento judicial del fuero civil, sin previa intervención de los efectores de salud mental. Esto está permitiendo reducir significativamente el número de internaciones en los hospitales monovalentes.
Aprovecho esta comunicación con todos los miembros del equipo de salud del ámbito nacional para invitarlos a que se sumen a este proyecto – mancomunadamente – trabajando en equipos interdisciplinarios, debatiendo, disintiendo y consensuando, pero sobre todo compartiendo ideales comunes a todos aquellos que trabajamos por el bienestar integral de las personas con problemas mentales, sus familias y sus comunidades en la República Argentina.
Consideramos que es imprescindible el conocimiento de los lineamientos y filosofía de la propuesta aquí vertida por parte de la comunidad, los sistemas estatales, la corporación médica, los gobiernos locales, etc., destacando la importancia de los medios de comunicación en la difusión de estos principios en la medida que coincidan en el objetivo del bien común buscado para la población. Sólo así podremos avanzar hacia los objetivos propuestos, construyendo un sistema de salud mental que garantice los derechos de las personas y que esté acorde con sus necesidades.
Dr. Emilio Filiponi
Director de Salud Mental de la Provincia de Córdoba
En cuanto a la Capital Provincial, se trata de robustecer todas las acciones de prevención primaria y secundaria de los Equipos de Atención Comunitaria, en el contexto de los lineamientos trazados. La propuesta de Reforma contempla, como eje importante, avanzar gradualmente en el proceso de desmanicomialización, desjudicialización, descentralización y desinstitucionalización, recomendado por los Organismos Internacionales de Salud, para el área de Salud Mental, como lineamientos estratégicos que devienen en acciones que propenden al establecimiento de un sistema integrado y respetuoso de la realidad biopsicosocial del paciente, su familia y la comunidad a la que pertenece.
Esta transformación requiere de acciones tendientes a revertir el histórico proceso de aislamiento, segregación, desarraigo, depositación, marginación, institucionalización y cronificación prolongada del paciente que padece trastornos mentales, lo cual implica claramente deterioros sistemáticos de las personas y prácticas violatorioas de los derechos humanos esenciales de los padecientes. El plan de ejecución incluye la necesidad de proceder a la externación de pacientes institucionalizados que pueden ser contenidos en el seno familiar, en sus comunidades de origen o en dispositivos alternativos de salud mental, que brinden una mejor contención desde el sistema de salud y una creciente rehabilitación psicosocial.
Este será el único modo de lograr una verdadera integración de recursos y una mejor accesibilidad de la población a servicios insertos en sus comunidades, articulados con las instituciones provinciales de segundo y tercer nivel.
Los objetivos planteados incluyen la necesidad de adecuar el rol de las instituciones y servicios actuales con el fin de consolidad perfiles institucionales y garantizar mecanismos de referencia y contrarreferencia acordes con el funcionamiento de un sistema integral e integrado. El plan contempla las acciones que podrán implementar los equipos de salud de atención primaria comunitarios (médicos, enfermeros, otros), vale decir, un primer nivel de atención como primera barrera necesaria en la comunidad para patologías básicas psicosociales que habitualmente reciben como demanda directa. Para ello se inició un proceso sistemático de capacitación, sensibilización y supervisión de equipos psiquiátricos hacia equipos generales de salud. La conexión necesaria con el segundo nivel, representado por los hospitales municipales y provinciales, con camas de internación para albergar internaciones locales en una modalidad de duración breve (3 a 5 días) que evite el desarraigo y la estigmatización que significa la internación en un hospital psiquiátrico, tal como indican los patrones sanitarios internacionales actuales. El tercer nivel, representado por la entidad monovalente psiquiátrica, debe, obligatoriamente, ser un último y reducido recurso cuando el caso lo requiera teniendo en cuenta siempre la internación BREVE que no debe sobrepasar los 10 días.
La externación de pacientes institucionalizados es sólo un paso en un proceso integral de tratamiento. No se trata de enviar al paciente a la casa, sin evaluar su situación y prever alternativas terapéuticas a la internación. Para ello se están poniendo en marcha nuevos dispositivos de atención, tales como las casas de medio camino y definiendo programas de atención local a las problemáticas prevalentes en salud mental (depresiones, alcoholismo, adicciones, psicosis, cuadros asociados a violencia familiar y otros). Asimismo, se están proyectando nuevas propuestas tales como la red de alternativas terapéuticas, la red provincial de hospitales de día y los programas para atención especializada e integrada de emergentes psicosociales, tales como: violencia familiar, adicciones en niños y patologías severas.
Un paso importante, en el proceso de desinstitucionalización, se ha lograda mediante el acuerdo del Gobierno Provincial con el Tribunal Superior de Justicia, por el que se establece que no habrá internaciones compulsivas ordenadas desde el estamento judicial del fuero civil, sin previa intervención de los efectores de salud mental. Esto está permitiendo reducir significativamente el número de internaciones en los hospitales monovalentes.
Aprovecho esta comunicación con todos los miembros del equipo de salud del ámbito nacional para invitarlos a que se sumen a este proyecto – mancomunadamente – trabajando en equipos interdisciplinarios, debatiendo, disintiendo y consensuando, pero sobre todo compartiendo ideales comunes a todos aquellos que trabajamos por el bienestar integral de las personas con problemas mentales, sus familias y sus comunidades en la República Argentina.
Consideramos que es imprescindible el conocimiento de los lineamientos y filosofía de la propuesta aquí vertida por parte de la comunidad, los sistemas estatales, la corporación médica, los gobiernos locales, etc., destacando la importancia de los medios de comunicación en la difusión de estos principios en la medida que coincidan en el objetivo del bien común buscado para la población. Sólo así podremos avanzar hacia los objetivos propuestos, construyendo un sistema de salud mental que garantice los derechos de las personas y que esté acorde con sus necesidades.
Dr. Emilio Filiponi
Director de Salud Mental de la Provincia de Córdoba